sábado, 17 de febrero de 2018

Estoy roto, sin duda, me he empeñado en romper a los demás, hacerlos pedacitos sólo para ver si puedo encontrar en ellos los pedazos que me faltan.
Me debo escribir, escribir más, escribirme y describirme más, esto que siento y que soy. Ni siquiera recordaba mi contraseña para el blog. Está empolvado. Estamos.

Ya no hay letras porque me las he comido todas y he logrado cargar el peso de todo lo que no me dicho por miedo a romper algo. O romperlo todo. Como siempre. Como acostumbro. Como me gusta.

Punto y seguido.

Han vuelto todos los amores de mi vida y han vuelto con paz, con abrazos y palabras sanadas por el tiempo. Han vuelto con todas sus cicatrices y ya me han visto con mi letrero de "aquí dolió, aquí sanó".

Me extraño, te extraño. Nos. Es extraño.

Punto y seguido.

miércoles, 4 de enero de 2017

Sonora y este invierno casi imperceptible, castigado con centígrados de más como todos tu besos de menos, como esta felicidad que nos huye.

Y ahí era yo. En un café anónimo del mundo, separado de tu sonrisa en el momento en que te juraba  muerto y estaba dispuesto a besar otras bocas. Y me encontraste de nuevo, pidiendo señales y dejándolas por todas partes, como migajas de pan como Hanzel y Gretel. Los malos sueños son sólo basura me dije y luego sonreí. No creí. Y volviste. Y como siempre, en automático, volví.

Supe que eras tú inclusive antes de que sonara el celular y pensé "Me he prohibido la muerte, E, es por eso que no hemos llegado. Me he prohibido el desierto en mi corazón de espinas, E., en mis ojos de arena con dunas contra el viento".

Quiero morir en tus brazos E., esos que prometen todo, pero no quiero morir en tierra extranjera yéndote a buscar sonrisas ni desecho como las dunas a contraviento.

Que bueno que volviste, E., el desierto es un buen lugar para morir.

jueves, 13 de octubre de 2016

Y luego pensé ¿Por qué? ¿Por qué tengo que ser yo el que ponga un cerco para que no te topes conmigo? ¿Por qué tengo que ser yo el que siga cuidando?

Mejor tópate conmigo cuando quieras, ni la responsabilidad ni controlar la colisión está en mis manos. 

jueves, 22 de septiembre de 2016

Pensaba no escribirte. No darte el gusto. Lo digo así porque sé y estoy seguro que te gustaría. Pero estoy molesto. Mucho. Contigo. No sé si estoy molesto para no terminar de digerirte y todavía forzarme a que sigas aquí o de verdad porque tengo todos los motivos. Me aferro a ti. 

Ayer cambié de teléfono y sincronizando el nuevo, el destino me traicionó sincronizando la última conversación subida a iCloud. Ya había borrado todo rastro tuyo y de pronto todo estaba ahí de nuevo, y te leí. Me leí. Nos leí. Volví a ver todas las fotos que nos enviamos y tomamos. Qué chinga.

Abriré la llave para que corra todo lo que tenga que correr y se lave lo que se tenga que lavar.  

lunes, 29 de febrero de 2016

Y no lo sabes, no te has dado cuenta ni lo has dimensionado. O tal vez sí. Y estas en la orilla de la tabla y ningún pirata te ha obligado a saltar. Y yo aquí que soy tierra firme, y tú ahogándote en tu mar. Y te beso y todo es naufragio. Todo es agua con sal.


miércoles, 13 de enero de 2016

Basta de editarse. Es resolución. Es diagnóstico. Es final.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Y luego quiero escapar de todo y no puedo, ni siquiera yéndome. Quiero escapar de los lugares que estoy recorriendo y los recorro vacíos pero llenos de gente. Es raro ¿Sabes?, es raro hacerlo sin tu compañía, al menos tu mano me brindaba una conexión con el mundo, me sujetaba a él. Me anclaba a él. Me amaba él.

He decidido recordarte, a diferencia de las personas que deciden olvidar yo he decidido recordarte. De la mejor manera que me sea posible. Con tu sonrisa explotando en las mañanas, con tus caderas caminando por el pasillo, con tus labios mordiendo manzanas, con tu voz y tus i latinas, con tu mueca de niño y tus dedos largos. Con tu olor. Con la cicatriz de tu espalda.

lunes, 14 de septiembre de 2015



Me he limpiado los poros. De tu amor. En el olor de otro cuerpo. Me he lavado la cara en el dolor de sabernos perdidos, no de vista, pero si de corazón. Con nuestros sexos en la mano, cómo solíamos prometernos todo. Pactarnos un trato, sellarlo con un orgasmo.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Ajá

Pero a este hombre no le gustan las palabras.
Bueno él dice que no le gustan las palabras y yo pienso que es lo más hermoso que tenemos.

Transporte. Intensión. Ganas. Aviso. Amenaza. Entonces, palabras.

Entonces no sé qué haré con toda esta información que se me agolpa en la garganta y en la sangre galopando el torrente cada vez que lo veo.

No le diré que me parece la persona más linda de todas. Lo voy a besar. Voy a cerrar los ojos y lo voy a besar como si no hubiera lenguaje y tampoco hubiera palabras. Voy a dibujarle un "Me encantas" en un beso. "Me estoy enamorando" en el siguiente. "Me quiero ahogar en este mar", con los sucesivos. "No me dejes ir" en el de despedida.

No le contaré de su sonrisa fértil. Intentaré besarlo cuando se dibuje en su rostro y pensaré que sonríe, al menos en parte, al menos por mí. Ni le contaré del nido que ideas que hace su cabello, ni que quiero desbaratarlo y dejar que las ideas escapen.

Tampoco podré decirle que resulta todo un espectáculo escucharlo hablar, escoger, buscar palabras y acomodarlas en oraciones, lo bonito que se ve en su discurso. Tomaré su mano y sonreiré. Sentiré.

Desconfiguraré las letras, repetiré las palabras  hasta que pierdan el sentido o mejor hasta que adquieran uno nuevo, uno sin tipografías. Uno con piel, con bocas y olor. Sabor. Sensación. Ganas. Ganas hinchándose. Ganas respirándose. Ganas besándose. Ganas mirándose.

Y su mirada. Para esa sí no tengo palabras. Ni quiero. Ni sé. Ni intentaré describir. Aquí nada más cabe "Presenciar".

Presenciar. Escuchar. Besar. Sentir. Dejarse ir.

Ajá.

lunes, 27 de julio de 2015

Te amo ¿Sabes?

He regresado y aunque no te encontrado. He seguido resignificando todo mientras no estás, he cambiado tanto las cosas que probablemente para cuando vuelvas, la ciudad ya ni siquiera tenga el mismo nombre. Me he cambiado todo pero todo sigue igual ¿Gracioso, no?.

¿Y tú, dónde estás? ¿Volverás?

He, he... he de decirte que no te espero, pero que aquí estoy. También que te quiero platicar que sigo escuchando versiones de nuestra historia. Hubiera sido divertido recopilarlas todas y hacer un libro con todas ellas. La misma historia, el mismo tiempo pero con una perspectiva siempre diferente. Igual y hubiera sido un best seller pero tal vez me hubiera cansado al escribir la número 83. Y pues ya sabes, tres rondas de lo mismo o te embriagan o te enfadan.



Me estás sucediendo de nuevo ¿Sabes?.
Me estás seduciendo de nuevo ¿Sabes?.

Siempre vuelves y me detienes el corazón,
Siempre vuelves y me tienes, de corazón,
corazón.

¿Sabes?
Qué bueno que volviste, E., me estaba pesando el silencio de las madrugadas, a mí que me gusta mucho tu voz rompiendo la oscuridad de la habitación. Tu pecho resonando desde los adentros.

Me gusta cada que regresas, me gusta que vuelvas de improvisto y me recuerdes las sonrisas, los labios, los abrazos, la inmutabilidad del reloj.  Me gustan tus dedos que pareciera fueron hechos para una función específica. Tus uñas de especialidad. Tu ancla junto a la mía y encallar juntos hasta que sube la marea y la noche nos sorprenda con los zapatos mojados.

No sabía que tomaría tanto, la última vez que hablamos estabas por mí en la central de autobuses después de esa noche.  La noche en la que el miedo ya no cupo en la maleta y se tuvo que quedar en esa casa, en ese baño, en esa última amenaza. Llevabas puesta tu playera blanca en la que bordé flores y tú, un “Fuck you”. Perdón por no decirte hola y decirte “Fuck you”. Te quería besar pero veía las flores marchitas.

Y volviste, con una sonrisa más linda, con un rostro más cálido. Con unos labios. Con unos labios. Y esas manos que toman todo, que dan todo, que rompen todo.  

Y volviste con cigarrillos en el bolsillo. Muchos. Y la plática. Y las ganas. Y el no pasar del tiempo.

Qué bueno que volviste, E., ya sé que no te quedarás pero por ahora cuéntame algo que me gusta mucho escuchar tu voz que lo llena todo.

jueves, 18 de junio de 2015

Y luego te pienso. Lo hago en todas las lenguas que he aprendido a hacerlo y en todas las lenguas que has aprendido a tratar de olvidarme. Todas romances.

Y luego te pienso. Lo hago en todas las geografías en las que he estado y hasta los países a los que has viajado.

Te nombro, y pienso en esas tres personas que han muerto en mis manos y pienso también en tus ojos, tu mirada lo revive todo.

martes, 6 de enero de 2015

Hay que irnos a vivir a algún lugar transitorio e intangible, habitemos la sombra amorfa que dé la sombra de alguna obra de Antoni Gudí, por ejemplo.
Duermo contigo y me siento más vulnerable que nunca, siento que en tu cama despliego el mapa de mis miedos y tú me sitúas en el centro, furioso, vacío y gritándole a la nada.
Luego, hay los días en que pienso que esto es una guerra sin cuartel y pego mi pecho a tu lado de la cama, me dignifico pensando que todo será como nosotros pensamos que va a ser. Luego pienso en esta trinchera y pienso que no hay nada que me aterre más que las dudas que corroen y me acribillan en la distancia, más allá de todos los lunes que terminan en viernes.

Esto no es guerra ni mis piernas son trinchera y estoy seguro de que si tuvieras una foto impresa mía no la pondrías en la pared de tu guarida, ni estuviera gastada de tanto rezarla. 
César a veces entender nuestra vida juntos puede resultar muy difícil y lo entiendo.

Lo sé, es sólo que me gustaría encontrar una pauta o algo más que la acumulación de hábitos situacionales o por lo menos, mi querido E., un instinto que saque del arrebato de disociarme cuando no entiendo una situación ¿Te imaginas cuántas cosas se impriman en mi huella cerebral cuando hago eso?

No me las imagino pero supongo que queremos que la pauta o la huella nos empuje hacía cosas mejores. Una perspectiva tan optimista como ésta es el unguento más dulce cuando algo nos causa dolor. Pueden sucedernos cosas desagradables, pero al menos, vivirlas puede hacer de nosotros personas mejores.


Digamos que te alejas definitivamente hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio, en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mi, doliente, persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mi tu corazón inerte y sustancial, tu corazón de una promesa única
en mí, que estoy enteramente solo... sobreviviendote.

Después de ese dolor redondo y eficaz, pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia, ni que me atreva a preguntar si cabes,
como siempre... en una sola palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estas en mi noche, desgarrándome idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable de mi voz como niño, esa que no sabia.

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza, no tener oración para morder,
no tener fe para clavar uñas, no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala, que retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla, como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de cenizas.

Esta tarde. Sin embargo yo daría, todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos, las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mi, tu corazón inevitable y doloroso
en mí, que estoy enteramente solo... sobreviviendote.



Mario Benedetti.

He llegado a Sonora, M., y no te extraño. No extraño que me engañaras, ni que intentaras matarte o que intentaras hacerme creer que querías matarte. Ni extraño que me hayas aislado socialmente, ni extraño tus mentiras, ni que me confundieras  tal grado de creer que era yo quién te estaba mintiendo. Tampoco extraño no tener nada que hacer todo el día más que esperar el golpe certero de tus inseguridades reflejadas en mi libertad.

No te extraño M. No te extraño ni te guardo rencor, ni siento lástima por ti. A veces siento coraje pero sonrío y se me pasa. No me mereces la pena, ni a mí; te mereces a ti mismo y te mereces... Nada, creo que  te mereces curarte de ti mismo. Pero no te extraño ni a ti ni a ese mal ensayado formato de amor que vendes.


sábado, 11 de octubre de 2014

"Hazle caso a tu cuerpo, tu cuerpo sabe"

La piel nunca ha sido una buena armadura dentro de la cual uno pueda estar seguro, a final de cuentas sólo somos un cúmulo de carne y sangre dirigidos por una chispa mágica que llamamos alma. CHONSP lo aprendí cuando tenía ocho.

Soy Carbono, Hidrógeno, Oxígeno, Nitrógeno, Azufre y Fósforo, soy el ABC de la biogénesis… soy eso y una caldera de bacterias hirviendo que me consumen y me autorenuevan al microsegundo, todo mientras escribo esto y todo mientras tú lo lees, somos cómplices en esta vida de la vida misma, pero somos cómplices en esta vida de nuestra muerte; si pudiéramos prestar atención y separarnos de nuestro cuerpo y su fisicismo podríamos (literalmente) vernos morir, desaparecer, desintegrarnos ¿Pero sabes qué sucede? Sucede que el cuerpo no sabe de nosotros mismos, el cuerpo es un ente aparte que habita la dimensión paralela a la nuestra, habitamos la biogénesis mientras la nada que nos sostiene se disuelve en más nada.

“Hazle caso a tu cuerpo, tu cuerpo sabe” es lo que siempre me digo a mi mismo cuando no sé qué hacer, le dejo la responsabilidad a un ente que ni siquiera habita la misma dimensión que yo y le doy todo el poder de decidir por mí ¿Cómo sucede? sucede en el silencio, su biogénesis y mi nada; se unen en uno y entonces sucede lo que yo llamo vida, brota de algún lado y va llenando toda la nada que yo creía vacía y me habla mientras me inunda de una continental realidad, me dice cómo se siente la carne, cómo se siente la sangre, cómo se siente todo lo que no es nada y es algo… y me hiere, no me corta en la carne sino que me corta en la nada, no es bueno ni malo, sólo es más profundo.

Le hago caso a mi cuerpo y mi cuerpo me hiere la nada, le desangra la vida, la inunda. Le hago caso a mi cuerpo y mi cuerpo decide por mi y por él morir en la aceptación, y yo soy testigo, y tú eres testigo. El cuerpo sabe.  

lunes, 29 de septiembre de 2014

Hola, soy César y así firmo.

viernes, 19 de septiembre de 2014

No es la gran cosa, pero ya te lo tomaste personal.

Sabes, el chiste no es intentar, todo el asunto está en obtener algo en el entretanto, el meollo está en el concretar, pero... ¿Concretar qué? ¿La victoria? ¿El fracaso? y una vez logrado el resultado preguntarse... ¿Para qué?, ¿Qué voy a hacer con lo que gane?, ¿Qué va a quedar en el vacío de lo que se pierda? y ¿Cuánto tiempo estará vacío?

Hoy barrí y trapeé toda la casa, no lo hice porque disfrute mucho la cuestión de la limpieza ¿Pero sabes? una vez que siento que hay algo sucio y no precisamente algo físico, me da por limpiar compulsivamente. Lavar los pisos, limpiar ventanas, lavar los trastes, acomodar la alacena, sacudir las cortinas, aspirar los muebles, desinfectar los baños, barrer los patios, limpiar la nevera y lo más importante de todo, obsesionarse con cada mancha en el piso hasta desaparecerla, enojarse con cada mota de polvo que huye de ti hasta la más recóndita esquina. Tú sabes que ni la mancha ni la mota de polvo lo lograrán y te empeñas en tallar, pierdes noción de todo tiempo y realidad... es casi como una llamarada que no puede ser detenida y sabes perfectamente que no se apagará hasta que consuma toda la madera. Sabes que no está bien pero ya te lo has tomado personal, no contra la casa sucia aunque no lo esté, te lo has tomado personal contigo mismo y de eso, mi querido lector, no hay idea que escape.

No está del todo bien, supongo. No es la gran cosa pero te rompe de poquito en poquito, te rompe cada vez más adentro de ti mismo y dentro de ti mismo sabes que no es la gran cosa pero ya te lo tomaste personal es otra piedrita al costal pero ahora te la encontraste en el zapato. A veces la piedra, a veces un portazo, a veces el sol quemándote la nuca o simplemente el café de la mañana.

No es la gran cosa pero sabes que te va a romper otra vez, poquito más, poquito más adentro.

Una vez alguien me dijo que era sabio dejar de invertir antes que tener una crisis de recursos pero lo difícil (creo yo) es identificar el momento en el que la inversión deja de serlo para convertirse en pérdida. Soy malo para las matemáticas querido lector, en mi discurso dos más dos nunca han sumado cuatro, entonces... ¿Qué es lo que quiero concretar? ¿Para qué quiero concretarlo? ¿Qué estoy dispuesto a perder en el proceso?

Veamos...

domingo, 14 de septiembre de 2014

Del antiguo Blog - Primer día de clases.

-Yo quiero estudiar Psicología porque, en mi habitaciòn, tengo a un equipo de rebeldes/responsables con los que iniciarè una revoluciòn ordenada (¿si el PRI puede hacer revoluciones institucionales, por que yo no habré de hacer ésta?) y gorilas entrenados para quienes intenten desmantelar mi organizaciòn. No bromeo y no, no hay màs vacantes para gorilas, lo siento.

-Yo quiero estudiar Psicología porque quiero dominar el mundo. No, no insistan, trabajo solo.

-Yo quiero estudiar Psicología porque quiero ser como el diputèibol. No hay gorditos no simpáticos. (ya se que el diputeibol no estudió psicología pero eso no me impide poder llegar a ser diputado y gordito).

-Yo quiero estudiar Psicología porque se terminó mi empleo como Oso Intergalactico comesalmon protector de los delfines plutonianos. No, no estoy en drogas

Del antiguo blog - Omegar.

Se ganaba la vida fabricando y vendiendo maletas. Las valijas eran de todo tipo de colores y tamaños, unas cerraban con llave, otras con seguros, algunas con combinación. Las hacía con y sin rueditas, con agarraderas firmes o largas, en forma de mochila o de bulto. A pesar de que el negocio no iba mal, no era un hombre feliz. Todas las noches tenía agruras pensando que sus creaciones viajarían a partes del mundo que él nunca conocería, que cargarían prendas y pertenencias costosas que él nunca podría usar, que volverían los espacios vacíos llenos de souvenirs para todos, menos para él. Sin embargo, el día antes de su muerte amaneció de muy buen humor. Sólo en la cercanía del último viaje se dio cuenta de que en realidad ninguna maleta está vacía, jamás; incluso cuando están rebozantes cargan con todos sus recuerdos, sensaciones y experiencias. Cada que alguien viaja lo hace con todos los que han viajado con la misma maleta, incluyendo al que la fabrica. En realidad había vivido la vida más completa del mundo, se dijo. Y partió ligero a la mañana siguiente.

Del antiguo blog - Que no le guste mi sonrisa.

Aplicaba una larga serie de normas para escoger novio...

Normas que siempre le habían ido bien. Normas que además se habían visto ampliadas a lo largo del tiempo, por suerte nunca por culpa de sus errores, sino gracias a la observación de errores ajenos.

Esas normas eran sin duda muy restrictivas (Le impidieron por ejemplo siquiera intentarlo con un chico que le gustaba, pero que era amigo de una amiga, lo que podía traer problemas). Pero al menos todas sus relaciones habían sido duraderas y agradables, cosa que sin duda achacaba a su buen criterio.

No era que no creyera en el amor ni se dejara llevar por sus emociones. Simplemente intentaba dirigirlas a buen cauce para evitarse el disgusto de verse atado a un hombre que no quería hijos o que fumaba como un carretero. Además, era atractivo y sentia que podía sin duda permitirse el lujo de escoger. En su caso, le resultaba de ayuda cualquier cosa que sirviera para cribar y seleccionar.

De hecho y a pesar de que sus normas sumaban varias decenas, no le costó encontrar al hombre adecuado con el que compartirse. Un chico atractivo, menos de cuatro años mayor que el, menos de veinticinco centímetros más alto, sin síntomas de calvicie siquiera incipiente y con ambos padres aún vivos y sin enfermedades graves en su historial. Entre otras cosas.

Después de unos años de matrimonio feliz, con dos niños y un perro, dos casas y dos coches, y durante un relajado desayuno de sábado, él le hizo esa típica pregunta: qué es lo que te gusta de mí. El no dudó ni comenzó la respuesta con un pues no sé qué se yo. Porque lo sabía perfectamente. De ti me gusta, le dijo, que no fumas, que no eres abstemio pero tampoco bebes mucho, que en tu empleo no tienes horarios exagerados, que no éramos compañeros de trabajo, que no conduces como un loco, que no estás obsesionado con el fútbol, que no has tomado drogas, que no eres de naturaleza infiel, que no tenia nada que ver con psicologia, que no… Espera, lo interrumpió, ¿te gusto por lo que no soy?

El entornó los ojos hacia arriba, durante un par de segundos, repasando mentalmente su lista. Sí, contestó. ¿Te molesta? Y él le dijo que no, que no le molestaba. Le parecía raro, desde luego, aunque prefirió no comentarle nada al respecto.

¿Y a ti?, preguntó el, ¿qué es lo que más te gusta de mí?

No sé, contestó, antes de añadir vaguedades como "tu forma de ser", "todo", "lo guapo que eres". Ante la insistencia de el, que pedía un poco de precisión, él admitió que lo primero que le había llamado la atención, por cursi que sonara, había sido su sonrisa.

El dejó de masticar la tostada. La dejó sobre el plato. Miró su taza. ¿Y si, dijo, y si tuviera un accidente y…? No pudo acabar la frase. Sintió un escalofrío. No escuchó sus protestas. Que no la quería sólo por eso. Que eso no era lo importante. Que le gustaba toda. Pero el ya no atendía.

Sí, le iba muy bien con él y era feliz y tenían dos hijos, un perro, dos casas y dos coches. Pero aquella relación estaba sin duda abocada al fracaso. Y desde luego pensaba tomar la iniciativa al respecto. Mejor eso que ser abandonado. No se podía fiar de alguien tan inestable e impulsivo. Cualquier pequeño detalle podía enamorarle de otro o desenamorarle de el.

Consciente de que dentro de poco tendría que volver a utilizarla, anotó mentalmente una norma más a su lista: que no le guste mi sonrisa.

Del antiguo blog - Palabra que perdure.

No sé cuando empecé a escribir, solo sé que un día me desperté con ganas de ser muchas cosas, de ser muchas personas, de ser muchas ideas, imágenes, momentos, amores, y de ser también, muchos colores... "De ser, en sí, palabra que perdure".
Empecé con cosas sencillas y creo que aun no salgo de ahí. Tome la escritura como un escape a otro mundo, uno de letras, ideas, y sobre todo desahogos, de vómitos mentales… de volcar en teclados, papel y pluma todos mis quejares mentales, inquietudes. Y así fui creando un nuevo mundo en donde solo yo me encuentro conmigo mismo, en donde no tengo que ser nadie para ser yo, y en donde las cosas a veces no son como debieran ser, pero a final de cuentas no me pongo pretextos para ser, existir y escribir lo que al momento de un pensamiento, soy.

Del antiguo blog - Zapato.

La frustración lleva al llanto y el orgullo a la falsedad, pero la suma de frustración y orgullo lleva a un sentimiento y a una actitud distintos, lleva a un estado de incomparable paz exterior y elegancia, pero engendra un odio salvaje, poderoso y voraz que, conforme crece (de forma inevitable) consume el alma, la mente y el ser.

La razón de esta curiosa reacción al estímulo desagradable, atípica pero no extraña, es de naturaleza sencilla y, por tanto, fácil de explicar. La frustración llega después de vivir sucesos de orígenes distintos, es una reacción común a diferentes circunstancias. Una de ellas es la maldad y las acciones perversas de un ser humano para con su prójimo. Cuando este prójimo es débil, llora, grita, sufre públicamente. Pero cuando el prójimo es orgulloso, independientemente de ser sentimental o impasible, no puede permitirse la vergüenza de mostrar debilidad, y no la muestra. Sin embargo, aquél que es orgulloso siente también que no puede sufrir una humillación de carácter exterior, reniega personalmente de su situación, y reta al destino, cuestiona su autoridad absoluta y opta por actuar contra él. En otras palabras, convencido de su libre albedrío, es incapaz de aceptar que cualquier fuerza invisible pueda aplastarlo en un momento azaroso cualquiera, como un intempestivo hombre aplasta con su zapato a cuanto insecto cruza frente a él. Odia, fragua una venganza y, más importante, actúa y destruye pues, para él, es sólo su voluntad la que puede regir su propia vida.

Del antiguo blog - Usos y costumbres.




Cierro contengo aprieto no suelto muerdo retengo succiono asfixio mamo muevo detengo clavo perforo abro hiero violo ofendo invado defiendo avanzo trozo corto limo moldeo deformo sobo manipulo amaso ablando aplasto peñisco araño convengo golpeo palmoteo rasguño limpio no saco traigo llevo procedo robo exijo duro reitero insisto persisto cuelgo boto aplasto corro hago costado lado rodillas agachas cuchara vocal aireo lamo toco huelo oigo gusto miro invado nombro grito gimo ritmo gimo suspiro y saco

Del antiguo blog - Sin título.

Puedes provocar todo el dolor para el que tú estás preparado
Puedes infringir todas las yagas posibles a un ser amado
Puedes crucificar a tu familia
puedes perderlo todo de un dia a otro
Puedes salvar tu vida
Puedes esconder tu locura, en mentiras provocadas
Puedes arrancar, y lanzarte por un vacio
Sería mejor a veces, si te lanzaras de un vacio
Pero uno, de esponjas rosa , rica y pomposa ,esponja rosa

Que solo, te dieran ese sentimiento
Ese sentimiento libre, ese del miedo, a tu último minuto
Y rebotar, rebotar a un podrás
Al podrás hacerlo, o aun quiero hacerlo !!

Quiero ser yo
En este mundo de idiotas, caminantes, pensantes, dominados
Pongámonos a la fila, en donde quieren que estemos preparados
Únete que yo me uno,
me uno para arrancar.
Para decir en tu cara , que yo puedo !!
yo puedo afuera de esa fila de idiotas
Que van hacia el mismo fin
Yo me voy feliz a mi pomposa esponja rosa

Del antiguo blog - Se escribe.

Siempre que se escribe, se hace con la necesidad de expresar y no la de dislocar palabras de espaldas planas, como los pies curtidos de andar, como cuerpos que pasaron por los placeres carnales o como un pene con erecciones lascivas de amor pervertido.

Se escribe con una mente por delante que conduzca apropiadamente las palabras necias que jalan un corazón-madeja de sentimientos.

Se escribe cuando el viento arde en la piel y alguien duele en las miradas, cuando alguien te electrifica y recorre los poros, cuando te hace que caigas en sus miradas, en sus sonrisas

Se escribe cuando uno se confía en la absolución de los pecados...

Cuando las intenciones salen a flote.

Del antiguo Blog - Sin título.

-Porque me ardes en la piel, por que mi sangre es rojo brillante y el corazón lo tengo de lado izquierdo. 

Gritó con tanta intensidad que el mantel de la mesa pareció perder su perfecta cuadratura

Del antiguo blog - Cuchilladas.

No quiso meterle una bala: lo mató a cuchilladas.

No tenía para una bala, y lo mató a cuchilladas.

No tendría luego otra bala, de modo que lo mató a cuchilladas.

Aunque hubiera tenido una bala, lo habría matado a cuchilladas.

Lo habría matado a cuchilladas pese a tener una bala.

Incluso tenía una bala, mas prefirió matarlo a cuchilladas.

El asunto de la pistola y la bala le resultaba cansino. Le atraía más el matarlo a cuchilladas.

Se lo chingó a punta de cuchillo: le excitaba más que chingárselo de un balazo.

Tenía la pistola. Dudó si estaba cargada. Empuño el cuchillo. Se lanzó sobre el, decidido, furibundo.
Lo mató.

No recordaba si tenía aquel último tiro en la pistola. Optó por el cuchillo para matarlo.

De una pistola con la duda sobre si tiene o no una bala y un cuchillo, mejor el cuchillo.

Fue por algo que el dijo que él lo mató a cuchilladas en lugar de hacerlo de un disparo.

Lo que le dijo fue el colmo. Quiso matarlo. Tenía la pistola y el cuchillo. Decidiría en los próximos instantes. De momento, ambas parecían buenas opciones. Al final usó el cuchillo.

Eso que dijo lo hartó. Tuvo el impulso de matarlo y lo siguió. Eligió, de entre dos métodos -una pistola y un cuchillo- el segundo. Otros métodos habrían hecho el asesinato factible, pero se redujo a aquellos cuya operación resultaba inmediata, pues no era un hombre de mucha imaginación.

Era temperamental, y apenas el dijo eso, él quiso matarla. Llevando su mano a cualquier costado de su cinturón encontraría un arma con qué hacerlo.

Una vez decidido a matarlo, se cuestionó cual sería la mejor manera. Contempló dos opciones: Pistola y cuchillo. Optó por el último.

Para quitarle la vida, le pareció adecuado el cuchillo. Descartó la pistola por un complejo asunto sobre las balas.

Llevar a cabo el quitarle la vida requería de un método eficaz, sugerente e instructivo respecto a lo que le disgustaba. Asesinarlo a cuchilladas fue una acción concreta luego de escucharlo decir todo aquello.

Desde una segunda perspectiva, la pistola pareciera una opción más práctica en contraposición al esfuerzo físico, el reguero de sangre, las manchas en la camisa y aquel inesperado frenesí producidos al haberlo asesinado a cuchilladas debido a lo que dijo.

Hay que destacar que asestarle cuchilladas hasta matarlo, resultó más económico que haber empleado aquella bala considerando que, posiblemente, era la última.

Lo que el dijo provocó que él se irritara a tal grado, que lo mató con un cuchillo. Había también una pistola, pero tenía algún problema.

No toleró sus palabras. Tomó la pistola. Recordó luego el cuchillo. A fin de matarlo, se decidió de inmediato por este.

La pistola no vendría al caso. Lo mejor sería el cuchillo. Enseguida lo mató. Lo que dijo lo ameritaba.

–¡Con el cuchillo! –resolvió matarlo, después de escuchar aquello.

Algo dijo el. Luego fue asesinado.

Del antiguo blog - Mentiras piadosas.

Según Wikipedia el significado de la palabra verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad en general, hasta el acuerdo de los conceptos con las cosas, los hechos o la realidad en particular. Yo, Tu, El, Nosotros, Ustedes y Ellos; tengo, tienes, tiene, tenemos y tienen nuestra propia verdad, y en algunos casos esa verdad es prefabricada y arrojada al mundo desde el nuestro como una mascara que nos proteja de nuestra propia conciencia, esa que a toda costa la gente trata de minimizar para hacer absoluta la propia.

La verdad es que "la verdad" muchas veces nos arrebata todo por indagación, mas aún que por temor y a final de cuentas, (como dice la abuela de alguien por ahí) "Sólo se sabe, lo que no se hace", así que tarde temprano todo clarea, entonces, para que hacernos tontos y retrasar las cosas, darle largas al asunto y por que no confrontar todo aquello que por conveniencia no nos sirve, o nos estorba (por que nos estorba!!). A mi solo se me ocurre una razón "Por comodidad", (me parece menos ofensivo decir comodino que cobarde) y si bien es cierto que nos es cómodo omitir ciertas cosas de nuestras vidas para seguir felices en el continuum y que este no nos coma en un segundo, también es cómodo vivir en la verdad; de hecho lo es mucho más, libera, se vive con cierta tranquilidad y paz interior que ninguna otra cosa nos puede dar. Es una lástima que la verdad que nos libera de la duda y el temor de lo desconocido, es casi siempre es una verdad que preferimos no escuchar.

Por mi parte, mi verdad me dice que me pertenece y que tambien tengo un corazón audaz y curtido que siempre me advierte de las verdades sinceras, de las verdades a medias y sobre todo, de las mentiras... por que lejos de atender primero a mi verdad atiendo a la del otro. Con el tiempo eso te da cierta avidez que aparte de mostrate las cosas como realmente son, te enseña a no irrumpir en las verdades de los demás, (y no por conveniencia y comodidad, sino por respeto) de no desarmarlos con la certeridad de saber que es lo que se oculta, (por miedo, conveniencia o comodidad).

-Aqui el punto de mi gigante disyuntiva-.



Porque el ser poseedor de tu verdad no me convierte en el enemigo, sino todo lo contrario, en un instante, sin darme cuenta e involuntariamente me he convertido en tu complice.

Oculto junto contigo tu verdad que se ha convertido en nuestra y dejo que mi verdad se convierta en una mentira.

Del antiguo blog - Por mi culpa, por mi culpa por mi grande culpa.

Del latín CULPA o CULPAE (para aquellos que prefieren compartirla), el diccionario de la lengua española en su 22va edición define la palabra "Culpa" como la "imputación de alguien de una determinada acción como consecuencia de su conducta"; convenientemente dicho diccionario también brinda otro significado de la misma palabra dentro de su apartado de psicología en donde es definida como la "acción y omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado"; personalmente yo defino la culpa como "la causa de todos los males" y muy personalmente creo firmemente que también debería de existir para ésta palabra algún acento diacrítico en el que la culpa adquiera otro significado que me permitiera vivirla de manera más apropiada.

Uno como simple mortal algunas veces (mas de las que quisiera) no logra identificar la culpa de una manera clara (o no quiere) y esto probablemente se deba a que difícilmente cualquier persona en su sano juicio nunca le daría la atención que se merece tal sentimiento que a primera impresión no nos trae beneficio alguno, pero... Y si pensaramos que no es culpa, o responsabilidad, o importancia? Qué sucede entonces?, el ego rara vez muestra la culpa como tal, trata de de encubrirla haciéndonos sentir importantes o responsables por realizar ciertas acciones, de esta manera la hace parecer importante y nos convence de aceptarla (la culpa), hay que recordar que como buenos mexicanos que somos (yo, tu, el, nosotros, ustedes y ellos), culturalmente hemos crecido en el país del catolicismo, de las responsabilidades que no se cumplen y en consecuencia... de la culpa. Otro punto importante a tomar en consideracion con respecto a sentirnos culpables por supuestas responsabilidades, es que algunas veces podemos considerar que es más facil permitir que otros nos controlen que hacer valer nuestras opiniones y gustos o simplemente lo que nosotros queremos. Al encontrarse en situaciones en las cuales el complacer las necesidades de otros de alguna manera nos hace negar o reprimir nuestras propias necesidades, hayq ue poner en una balanza aquello con lo cual uno podría vivir, y con que no.

Podría decidir que es más fácil negar las propias necesidades que vivir con la culpa de no complacer a otros. En este caso se debería de tomar en consideración que la culpa que los demás arrojan sobre nuestros hombros, y uno acepta, podría ser demasiado como para permitirnos ser felices. en este punto es donde entra en juego otro sentimiento que nos viene a joder la existencia "el resentimiento" ya que uno pudiese elegir complacer a todo mundo dejando de lado las propias necesidades, como consecuencia desarrollamos el resentimiento, la ira, la frustración, el encono y todo lo demás en el mismo campo semántico y aunque nos digamos a nosotros mismos que se prefiere sentir resentimiento en vez de culpa, hay que recordar que la culpa nunca pierde oportunidad de controlar la situación.


Pd. este post no fue escrito en primera persona con toda la premeditación, alevosía y ventaja del mundo (en un intento vano por hacer culpable de mis culpas a los demás).

Del antiguo blog - Alicia Maravillas.

"- ¿Cuáles son tus sueños Alicia? - le preguntó su profesor con curiosidad.

Alicia agachó la cabeza y abrió la boca con la intención de contestar, pero luego se lo pensó mejor y enmudeció. Tenía muchos sueños, demasiados y ella se sentía como un ser pequeño y sencillo frente a un complejo y atiborrado mar de seres fantásticos, posibles viajes, antigüedades, objetos futuristas, especias, colores, libros, sonrisas, billetes, personas, baúles cerrados, maletas abiertas y llaves; muchas posibilidades. No podía decidir, sólo se sentía capaz de contemplar ese mundo bullicioso e inquietante, de pie, con una pierna por delante de otra y una mano en la cadera. Sintió una punzada de angustia. Levanto la cabeza y miró a aquel hombre a los ojos.

¿Cuáles son tus sueños Alicia? - repitió él."

Del antiguo blog - La regla de oro.

para ser claro...


Uno simplemente no puede ir instrasitivamente irrumpiendo en los pasados de los demás, NO!, al menos no cuando no se tiene el conocimiento y la astucia suficiente para cerrar las heridas que se van abriendo al paso de la incisividad de lo impulsivo.

NO, inclusive, cuando se tiene el conocimiento, la astucia, el propósito y una razón para hacerlo, esto, es un derecho que se gana y que cuando se tiene simplemente no lo utilizas, por respeto, por honestidad y finalmente por la honorabilidad de no tenerse que valer de los momentos de mayor debilidad del otro, para poder defenderse... esto es un acto de cobardía, es peor que robarle monedas a los ciegos solo para que nos suene algo en la bolsa.

Es un acto irracional, cobarde, intransigente, ignorante, facultoso, bajo, ruin, egoísta, impulsivo, sínico, irascible, pero sobre todo muy poco honorable... es, un golpe bajo.

Del antiguo blog - Borrador sin título.


Six days under water forget the troubled sea,
six days and six nights as you want to be free,you'd wonder how your mother could have know...

she hears you while you play over her soul.
But she seem what you do on the roof of my houseshe seems me and you, while we climb on the cloudsand we travel through the universe to find the stars we own,the stars i own, the stars you own...

...over the roof of my house

Del antiguo blog - Insight 1

anoche/hoy estuve pensando en la gente...

en la gente que quiero, y en la que no tanto,
en la que me cae bien y la que no tanto,
en la que en verdad me retuerce el higado pensar (que tanto tengo o tuve de tí que me caes tan mal)

y eso me llevó a pensar...
en lo que fuí y lo que representé
en lo soy soy y lo que me represento
y finalmente en lo que quiero ser, y las cosas que hago hoy día para llegar a serlo.

en cuantas veces erróneamente creo que estoy cambiando la vida de alguien más cuando es la mía que estan cambiando, en que el chiste no es venderse ideas uno mismo, de que ayudando a los demás me ayudaré a mi mismo, si bien es cierto si ayudar fortalece, también mina cuando esa ayuda que doy, no me la doy a mi primero, cómo dar las cosas y quedarse sin ellas... cómo los deseos de un solo uso.

Del antiguo blog - Te comparto.

Hoy por la mañana mientras el sol explotaba en la ventana, yo veía el techo con detenimiento y me vi inundado de un sin fin de pensamientos, subieron por los soportes de la cama, alcanzaron el colchón y para cuando me dí cuenta ya estaba a la deriva de mi continental realidad.


Te comparto...


lo primero que pensé es que en verdad tendría que ser "muy hombre" para tomar a otro hombre de la mano y asumirme como soy... como realmente soy y que necesito mucha valentía y una cartera de huevos, o en su defecto, mucho descaro para enfrentarse a uno mismo en esa realidad. De integrar a ese hombre que también me toma la mano a mi vida y a los diferentes aspectos que ésta conlleva, y de ayudar a que éste se integre de la mejor manera posible, y ayudar también a que esos aspectos lo acojan. Se necesita de mucha valentía y sobre todo, de mucho corazón, mucho respeto y paciencia.

Después pensé en lo afortunado que soy al haber encontrado a una persona con la cual quiera pasar por esto que te explico, me ha tomado mucho tiempo encontrarlo y aún así, me ha tomado otro tanto decidir que es él.... el indicado.

Después de eso pensé que aparte del tiempo me ha costado mucho trabajo el comprender que tal vez el no vea las cosas de la misma forma en que yo las veo, y que tal vez, para él, yo no sea el indicado. Que no todo se trata de mí y que tengo que tener la humildad suficiente para tener la disposición de entender a la otra persona sin dejar de ver por mi. Y dejar que la otra persona vea por el sin contaminarlo de mi percepción para que el haga la propia y de esa forma llegar a una en conjunto.

Tal vez parezca que soy una persona egocéntrica, por que lo soy, pero también soy una persona que sabe ceder cuando se debe y reconoce que no tiene la verdad absoluta, que acepta sus errores y lo que es más importante, que busca trabajar sobre ellos y mejorar.




Del antiguo blog - Sin título.

Las necesidades que personalmente se tienen para con el entorno o los demás, siempre serán encubiertas, de una u otra forma; algunas exitosamente satisfechas, otras sublimadas, otras inmoladas, negociadas, estiradas, postergadas y las que queden, simplemente vueltas al traste del sinsabor de no conseguir lo que se quiere, pero no todo está perdido ya que de alguna forma poco coherente uno se hace a la idea de que las cosas pasan por algo y que es sólo un pequeño sacrificio en pos de algo mas grande y mejor, o que por otro lado se nos ofrece algo a cambio que nos termina convenciendo, no por que nos guste (en algunas ocasiones) sino por que es lo que hay. (y no en el sentido conformista, sino en el que si quieres hacer limonada por que tienes mucha sed y lo único que tienes es un melón... chingado, que rica el agua de melón) (me explico?).

Empero... va la diatriba:

"Si uno quiere algo, lo obtiene". Así de simple lector, no hay más. Algunas veces ni siquiera se tiene que hacer nada para obtener cosas porque ya están ahí para uno, otras porque por derecho nos tocan y las restantes simplemente porque se trabaja por ellas desde que despierta el sol hasta que se duerme la luna. Lo curioso de ésto es que cuando se tiene la posibilidad de obtener lo que se necesita o le gusta a uno de distintas fuentes, aquí somos (soy) como la chingada por que a mi me gusta que las cosas provengan de quien tienen que provenir (a mi humilde percepción... ejemplo: no vas a dejar que cuanto indigente pase por la calle te coma a besos, eso le toca a quien uno haya escogido para tan peleado menester).

Mi plan era seguir escribiendo pero llegó un punto en el que me perdí en mi idea de la entrada y corría el riesgo de no poder expresar lo que realmente quería.... después lo descubrí y decidí quedármelo solo para mi, 

Buen día a todos!

Del antiguo blog - Deslinde de responsabilidades.

Cuando de verdad no estoy feliz con lo que tengo, ni pretextos ni maniobras me salvan del sinsabor de saberme derrotado en un juego en el que no compito en contra de nadie, y si a eso sumamos el descubrirme en la confusión de obtener lo que quiero y darme cuenta que a final de cuentas no es lo que necesito, me lleva a una situación mas confusa y difícil... en pocas palabras querido e ilustre lector, me lleva la chingada.

Sí, soy humano, me equivoco y la requetembarro bien feo, también soy egocéntrico e incisivo, intransigente en todas ocasiones y para acabarla de fregar soy complicado como yo nomas puedo serlo y la verdad es que a veces ni yo me entiendo. Pero una cosa es casi verdad universal, siempre he sido una persona justa con los demás y he tratado siempre de dar mi máximo por aquellas cosas que me gusta fomentar y hacer perdurar y sobre todo de tratar de no arrastrar conmigo a nadie a ninguno de mis errores.

Es en este punto en donde empieza mi viaje a malpaís y todas sus depravaciones... te cuento lector que me cansé de fomentar cosas de una forma en que nadie las fomentará por mi, hoy día me descubro desarmado y sin mucho por que la mayoría lo dí... Me descubro solo, por que en algún punto de esta travesía me quedé sin mí (verso sin esfuerzo). Te cuento también que soy una persona que se queja de todo lo simple, de la mosca que pasa, del clima, de la gente malhumorada, de las voces molestas como la mía, y de la gente que se atreve a hacer todo aquello que a mi me gustaría y no; te cuento que también he pasado solo por malos momentos sin quejarme y asumiendo mi dolor y todo por no saber encontrar a quien tal vez ni siquiera quería pasar por eso junto conmigo, o que tal vez sí, pero que no supo estar ahí por mí en la forma en que a mi me hubiese gustado, en la forma en que me hubiera hecho creer que merecía todo mi esfuerzo y en la forma en que me hubiese hecho sentir apoyado pero sobre todo acompañado, me hubiese gustado no pasar por esto solo y sin la persona que me gustaría pasara por ello conmigo.

Pero a fuerzas ni los calcetines, lector... se puede conseguir todo y seguir sin nada, pero por otro lado lo que si puedo hacer, es algo al respecto... actuar con el corazón, por que valgo más que eso, porque merezco más y sobre todo porque nadie va a hacer las cosas por mi que yo no haga antes, no hablo de los otros, hablo de mi, hablo de que merezco más de mi mismo, me refiero a que merezco tener más dignidad y no conformarme con solo aceptar lo poco o mucho que quieran o puedan darme los demás, hablo de que no fomentaré nada que yo no esté fomentando en mi, de ser justo conmigo mismo antes que con los demás, total, al final de la jornada me encontraré solo en mi propia piel...

Espero que lo demás llegue por si solo. Gracias por leer.

Del antiguo blog - Decálogo.

En un momento de lo que yo pienso que fue lucidez, me desnudé frente al espejo y vi mi cuerpo... entonces entonces mi cuerpo me dijo ésto que me repito a mi mismo todas las mañanas que le siguieron a su partida.

1. No eres una víctima, solamente estás dolido, él, al igual que tú, dio todo el amor que pudo dar.
2. No pelees una batalla que el tiempo librará por ti.
3. Ríndete ante tus sentimientos, no los administres, dales rienda suelta (con responsabilidad).
4. No solo tú estas sufriendo, él al igual que tú tuvo una pérdida.
5. No te centres en las cosas que entregaste sin obtener reciprocidad, abraza lo que tienes y busca mejorar.
6. No busques aliados para odiar algo que en realidad amas, en cambio acepta tu necesidad por él sin dejar de respetarte y ser responsable contigo mismo.
7. Hazle caso a tu cuerpo, él sabe.
8. No te martirices ante sus avances comparados con tu estancamiento, el tiempo pasa igual para los dos al igual que las oportunidades, en ésta ocasión son en distintas direcciones.
9. Olvida y deja ir para que puedas recordar como tú te mereces.
10. Desnúdate todos los días frente al espejo, que tu cuerpo te seguirá contando cosas.

Del antiguo blog - Posibles oficios.


Aveces pienso en dedicarme al mundo de la moda femenina
solo por crear prendas que adornen siluetas vaporosas y antojables,
mordisqueables... siluetas que sepan volar con las alas de su ropa y
que sean dignas de ser desnudadas de las transparencias que las adornan,
que queden vestidas de su propia piel, de sus pechos, de sus estrías,
poros y vellosidades, desnudas en su olor... desnudas de corazón.

Del antiguo blog - Presencia.

Presencia mi querido lector... es existir: Existir es dar cuenta de la presencia como verdad y como realidad. En un momento dado presencia y verdad son lo mismo, unidad indisoluble o totalidad absoluta.

Del antiguo blog - Así soy en el 2008.

Hola, me llamo César y como algunos... hablo, dialogo, discuto, discurro, grito, lloro, peleo, golpeo, nalgueo, mamo, chupo muerdo y mastico, cojo, grito, gimo y eyaculo; gesticulo, señalo, ordeno. Escribo. Libros escribo. Pancartas, pasacalles, diarios, revistas, notas contranotas y mas libros. Desarrollo teorías, leyes, sanciones, filosofías y movimientos. Valoro historias, personas, filosofías, productos y profesiones.

Creo países donde tu cuerpo existe y muchos otros en donde me lo como a pedacitos, límites, guettos, alambrados, divisiones. Juzgo conductas, sexualidades, razas, religiones y sentimientos... aveces también provoco algunas guerras.

Fertilizo, copulo, abono, cocino, odio, estudio, vuelo por las noches, observo, perdono, apoyo, contengo compruebo y aveces.... vuelvo a provocar otra guerra.

Invoco, rezo, ruego, suplico a los dioses a la verdad y a la razón. Pienso, en el más allá, en el más acá, en el futuro, en el pasado y sobre todo en el aquí y en el ahora... pero siempre pienso. Insulto, blasfemo y reniego en contra de lo que existe y lo que no, de lo que debería ser, de lo que es y de lo que no fué y aveces... provoco otra guerra.

Delego, exijo, mando, estafo, coordino, agrupo, desagrupo, reprendo, condeno, ejecuto, doy, quito e insulto, vuelvo al principio y hablo, dialogo, discuto pero nunca nunca logro ponerme de acuerdo conmigo mismo y después... provoco mas guerra.

Así soy yo, me llamo César y me encanta ser quien soy.

Del antiguo blog - Implosión.

Esto ya no tiene pies ni cabeza lector, no sé qué es principio, qué es preludio, qué es obertura, qué es intermedio y que es final; la verdad es que no sé nada de nada y éstos son terrenos desconocidos para mí (que regularmente lo sabía todo o por lo menos lo tenía planeado), es como si corriera la vista al cielo y fuera abducido por la bóveda astral, como si la tierra fuera orilla y el cielo un abismo enorme, infinito, penumbral y yo cayera en él inevitablemente y sin poder hacer nada... en la nada; desorientado y aturdido por la idea de que regularmente cuando uno va hacia el cielo, vuela hacia él, no cae en él. Me confunde. Me aterroriza. Me desarma. Mucho.

¿El mundo es mundo? ¿Y el cielo? ¿De verdad es cielo? ¿Estoy volando?... ¿Cayendo?, o peor aún, ¿Soñando?. Sería muy gracioso que fuera un sueño, despertaría a lo habitual sin mayor añoranza, pero, ¿Y si de verdad estoy cayendo en vez de volando? y yo creyendo que vuelo, o ¿Volando en vez de cayendo? y yo creyendo que caigo, o ¿Viviendo en vez de soñando? o ¿Soñando en vez de viviendo?, es por demás, abajo y arriba estarían mal ubicados y por consecuencia todo lo demás también, sería solo un cronopio en un cuento de Cortazar, no quiero ser un cronopio en un cuento de Cortazar, no quiero encontrar cerillos en vez de llaves en mi bolsillo, no quiero que la foto salga movida, el universo colapsaría en un segundo, mi universo lo haría, se crearía un hoyo negro en mi corazón que empezaría a devorarme por las extremidades y no por las físicas... las sentimentales, pero nada de esto pasa... ¿Entonces? ¿Estoy cayendo, volando, soñando o viviendo? En todo caso lo único bueno de ésta situación sería la permeabilidad del tiempo que me permitiría volver a un punto en el que me supiera a mi mismo volando, cayendo, soñando o viviendo, pero el tiempo es absoluto ese no se detiene, no espera, me pisa los talones como caballo desbocado despedazando el freno entre sus dientes y corriendo tras de mí. Lo cabalga el continuum.

No me queda de otra mas que fluirsentir, vivirsoñar... caervolar, verimaginar todo desde fuera y en tercera persona, anclarme puntos de referencia para convencerme a mi mismo que todo es realimaginario, de que estoy vivomuerto y no dejar que me coma el continuum, ese estúpido mounstruo que amenaza con alcanzarme y fagocitarme por interponerme en su camino, creo me alcanzará, me hará su presa y me preparará en barbecué en el horno que tiene en el estómago, creo que inclusive se burlará de mí poniéndome en la boca la misma manzana que le cayó en la cabeza a Isaac Newton por haberme atrevido a escribir la palabra caervolar y fluirsentir, me hará taquitos y alimentará a las estrellas en un festín de luz.

Tengo miedo lector, ¿Me estaré volviendo loco? ¿Será todo esto un sueño? ¿Es la realidad? ¿Estoy cayendo? ¿Volando? ¿Y la manzana? ¿Y, tú? ¿Y, Yo? ¿Y, Nosotros?. 

lunes, 1 de septiembre de 2014

El universo de la acera de enfrente.

Como cuando por ejemplo, vamos por la calle y escogemos un lado de la acera, puede ser porque es la acera con más sombra, tal vez es más bonita, quizá en esa acera hay alguna tienda por la cual nos guste pasar, tal vez quizá algún olor, una persona agradable o al contrario. 

Personalmente me gusta tomar el lado de la acera por los cuales los coches circulan contrario a uno, los puedes ver aproximarse, puedes ver la cara de los conductores, te das cuenta si van contentos, o si van enojados, cuándo van distraídos y hay las veces que cuándo de verdad son muy atentos te ven a los ojos, cruzan la mirada y juntos forman parte del mismo momento.  

Hace poco vi una película en la que se hablaba que la única medida de medición real era el tiempo, sin tiempo no puede existir nada que lo habite y en consecuencia o en teoría sin tiempo no puede ocurrir nada, y si no ocurre nada, simplemente nada existe. Luego me puse a rumear la idea de que la gente que no nos ocurre (para bien o para mal), simplemente no existe; paralelo a ello también comencé a pensar en la gente que está ahí pero que todavía no nos existe, perdón, que todavía no nos ocurre 

¿Qué pasa con ellos o en dónde se encuentran mientras no nos existen-ocurren?
¿Cuántas personas existen en ese universo?

Recuerdo momentos en los que todavía no conocía a personas que ahora son fundamentales en mi vida, no existían, no me ocurrían. También recuerdo a todas aquellas personas que conocía en aquel entonces y que me ocurrieron para después dejar de existir.

¿Qué clase de juego del destino es ese? 

Luego pensé, "No, la única constante es uno mismo" porque si lejos de uno y el egocentrismo de ser el centro del universo del que nos rodeamos y que llamamos realidad psíquica, hay algo más, no es algo que exista en nuestro universo sino que simplemente existe en el universo de alguien más.

Me recomiendo a mi mismo respetar aquellos universos que no sean el mío y no hacer colisión con ellos, dejar que los demás sean constantes en sus universos. 

Constantes, unidades, expansión. 

martes, 20 de mayo de 2014

Arde el aire.

Es que no sé, E. ¿Sabes?, hay algo que no sé del todo pero que he entendido a aceptar, no sé como pero de pronto todo se va armando lentamente, como una fotografía en una impresora de punto línea por línea; una gestalt que si separo no tiene significado pero si junto adquiere sentido, es sólo que me faltan piezas todavía. 

Luego cierro los ojos y empujo (ya sabes) esa puerta y me doy cuenta que todos esos sentimientos ya no están guardados en el mismo lugar, alguien me los movió al techo y ha corrido las tejas. 


Tal vez los dejaste en alguna plaza sola, de esas olvidadas en donde los estudiantes se recuestan en el pasto a darse besos y pasar la tarde. 


La única certeza es que aquí arriba (en las tejas de mi mente) se mece el viento y me baila la cabellera de ideas imaginarias que me tranquilizan, no saben a dónde van, sólo insisten en ser arrastradas. 

Y luego, el cielo se me cae de las manos sin hacer ruido y todo el aire arde. 
Se me desnudan los vacíos. 

Se me sacude el polvo y deja entrever mi piel, mi piel en sequía. 


Me estás asustando César, y es que el silencio (este silencio) es el animal más peligroso que te conozco. 

martes, 29 de abril de 2014

Decidí que lo amo, E. no sé en que formas ni en qué intensidades, pero no sé a que otro sentimiento o sensación anclarlo. No sé en qué momentos lo hago más o en qué momentos lo hago menos, tampoco en qué momentos no lo hago, sólo sé que esta sensación se ha vuelto una constante

¿Estás seguro? 

No lo sé ¿Lo estoy?

¿Lo estás? 

Lo estoy.

Entonces es probable que si lo estés, finalmente es el que llegó a ordenarte las posibilidades que traías traspapeladas. 

No lo sé, lo sé, lo estoy.

Lo estás...

viernes, 18 de abril de 2014

No sé que pasa.

No sé que pasa E....

viene M. y me ha revuelto la vida y las expectativas, y las ganas, y las posibilidades, y las muecas para convertirlas en sonrisas. No sé que hacer, entonces hago lo que siempre hago cuando no sé que hacer. Escribo. Te escribo. escribo para que arda toda pureza y te ensucie los ojos. Para ser una lluvia y mojarlo todo o una sombra y oscurecerlo, escribo para que mis ideas no sean vientre infértil y estancado. Escribo para lavarme las manos con tu nombre y que te lleve el caño. 



jueves, 13 de febrero de 2014

El amor que me vuelve vulnerable.

Y es que cada que hablo contigo me ordenas las posibilidades, una tras otra, de a cinco en cinco. Y me dices "Esto es el todo". Y pienso que matemáticamente hemos iniciado a explorarla en esta única vez que los dos hemos saltado al vacío del impulso.

Pero luego te toco y te vuelves exactitud científica, con formas, con colores y sobre todo con textura y con olor. Eres unidad materializada en forma. Posibilidad idealizada en planes. Proyecto. Propuesta.

Y el amor, en todas sus formas me vuelve vulnerable y me entrego, me entrego a la inconsciencia del sueño y te me regalo. Y me encuentro. Nos encuentro. Arrinconados uno en el otro, en la trinchera de mis piernas haciendo crujir la madera de tus suelos, en tu boca besando mis sueños.

miércoles, 1 de enero de 2014

01012014



Es que a ti, mi querido murmullo de océano embravecido, te pusieron el placer muy cerca del dolor, es por eso que siempre lloras de alegría. 




jueves, 26 de diciembre de 2013

De mares y tormentas.

Oye, César ¿Recuerdas el día que volviste a mi vida? 

Para ser sincero, no lo recuerdo con claridad, fue algo tan natural que pudo haber sido hace cuatro vidas, ayer, hace 8 años, o cualquiera de nuestras primeras tardes de Septiembre ¿Lo recuerdas tú? 

Sí...

 Llevabas un short con dibujitos de veleros, verde, muy corto y fue en ese momento que me enamoré del cinismo de tus piernas, pensé en que quería ser velero y navegarlas hasta donde las olas hacen nido en tu intimidad. Llevabas puesta tu sonrisa triste, ésa que tanto me gusta, también una playerita de tirantes blanca. Estabas sudando a chorros, haciéndote de agua después de correr. Haciéndome de agua nada más de verte. 

Qué curioso que me recuerdes de esa forma, gracias, es una muy bella. 

A veces lucho contra el olvido, lucho con todas mis fuerzas para que no se me borre ese momento, no te había visto en años y aún así y después de todo lo que pasó, no pensaba que respondieras mi sonrisa.

Entonces, luchamos juntos mi querido E., me gustó mucho haber vuelto, vuelto de una forma diferente. Conocernos nuevamente, reconocernos en nuestra soledad y el tiempo que había pasado. Porque eso fue lo que sucedió, ni tú ni yo no conocíamos y los dos éramos personas diferentes de los que fuimos en el momento en que nos descosimos uno al otro. El universo nos tenía que dar la oportunidad de asomarnos al mismo cielo y responder con una sonrisa, los dos de acuerdo y los dos al mismo tiempo. 

Te encontré, kilos mejores, nuevos lunares y tus ojeras que combinan perfecto con tu mirada tan expresiva, esa calma nueva que tienes y todas las ansias de todos los mares que guarda tu piel, las tormentas que se escondieron en tus pliegues, tu cabello de ideas que creció y ahora se regueréan por mis manos. Me gustas más ahora.

Tú también me gustas, E. me gusta este nuevo E. que eres. Tal vez vuelva a querer desenredar todas tus hebras y descoserte de nuevo. Regresarte todos los mares y todas las tormentas. 

Este nuevo cinismo que portas, también me gusta...




lunes, 16 de diciembre de 2013

Desventurados...

Léeme algo, E., léeme que necesito distraerme un rato de mí mismo, léeme tú que eres el que tiene bonita voz... 
¿Qué quieres que te lea? 

No lo sé, cualquier cosa cotidiana. El periódico, por ejemplo. Empecemos por Sociales y terminemos en el anuncio oportuno.  

Mejor te invento una historia que no inventé yo... 

¿Quién fue si no? 

Oscar Hahn... Él dice que son muy desventurados los que divisaron a algún muchacho como tú en el metro o el taxi y se enamoraron de golpe, y te siguieron enloquecidos por tu sonrisa y te perdieron para siempre entre la multitud. 

Tal vez sea mejor que me hayan perdido ¿No lo hubieran hecho de todas formas?

No...

¿Por qué no? 

Porque ellos serán condenados a vagar sin rumbo por las estaciones del metro o los sitios de taxi y a llorar con las canciones de amor qué los músicos ambulantes entonan en los túneles. 

Quizás el amor no es más que eso ¿No?. Una mujer o un hombre que desciende de un carro o un vagón en cualquier estación y resplandece unos segundos para luego morir en la noche sin nombre. 

Tomemos el periódico entonces y busquémonos en los obituarios. 


sábado, 14 de diciembre de 2013

Desnudarse es un acto de autenticidad, un reencuentro con uno mismo.

En los trasfondos de la intimidad, cuando dos cuerpos se encuentran desnudos uno frente al otro ya no existe más lugar donde esconderse, éso y el momento en el que dormimos con alguien creo que son los momentos más vulnerables de toda persona, éso o estar frente a un asesino serial que tiene una pistola en mano son los momentos en los que nos encontramos más indefensos. No podemos huir de nada, nos hemos entregado en nuestra vulnerabilidad, en nuestra intimidad más ínfima, más fundamental.

Ese momento o ese lugar es donde no podemos esconder quienes somos, cómo somos realmente, no podemos esconder las curvas que nos faltan y mucho menos las que nos sobran. Es un momento de complicidad, es un momento de autenticidad, pero no con el otro sino con uno mismo; es el momento en el que nos quitamos la armadura y mostramos la veta de nuestras venas recorriéndonos el cuerpo y agolpándose en la garganta, haciéndose nudo, pero sobre todo, conspirando en contra de uno.

Es ese momento en el que atentamos contra la armadura que nos ponemos todos los días para enfrentar el mundo, que nadie nos dio pero que nosotros decidimos cargar. Desnudarse no es sólo un acto de despojarse de la envoltura física sino de todo lo demás. Desnudarse es encontrarse con todas nuestras heridas de batalla, es revivir todas las batallas libradas en nuestras vidas, en nuestros amores, en nuestras ganas y también en nuestras irresponsabilidades.

Desnudarse para otra persona no es un ato de complicidad con el otro, más bien, es un acto de complicidad con uno mismo, es sincerarse y bajar la guardia es aceptarse por unos momentos y ser feliz a costillas de uno pero a tren del otro. Es entrar a un cuarto oscuro y apagar la luz, hacer todo eso temiéndole a la oscuridad.

Desnudarse es un acto de autenticidad, un reencuentro con uno mismo.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

La hora de la siesta.

César ven, y déjame tomarte de la mano, déjame inaugurar este mundo que pisamos e inaugurarlo juntos, inaugurarlo de nosotros. 

Perdón, E., no te escuché ¿Qué dijiste? es que estos vecinos de enfrente me distraen, ellos y su manía de coger a la hora de la siesta, nada que me moleste más que eso, más que el frío que no me deja vivir en paz, más que los leggins transparentados de la vecina y el moquillo seco en la nariz del vecino.
Qué rico cogen los cabrones. Yo dormía bien rico a ésta hora pero ahora ellos cogen.

Perdón, E. ¿Qué me decías?

Te decía que si querías hacerles segunda, igual y toda la calle termina saltándose la hora de la siesta. 

No fue eso lo que dijiste, pero... 

Ven, te voy a dar un beso. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

No hay más memoria que la repetición.

- Oye, E., es que a veces me dan muchas ganas de no tener ganas de escribir todo esto que no puedo decir pero que necesito dejar escapar. 

- Supongo, César, que los que escriben como tú lo haces, también quieren callar, 
guardar silencio durante días, no escribir nada. 

- No es el hecho de escribir, es el hecho de no querer abrir ninguna puerta. Es como adentrarse en uno mismo y abrir ese cuarto que tenía mucho cerrado, luego entras y el polvo se despierta y toma forma de algo, algo que creías que habías olvidado, luego pierdo me pierdo en mí mismo un rato, E. 

Me pierdo y tardo mucho en encontrarme. 

- No tienes porqué preocuparte, todo lo que perdemos en algún sitio, inclusive nosotros mismos, terminamos encontrándolo en otro lugar pero con un nombre diferente. 
No te preocupes, César, porque no hay más memoria que la repetición. 

- Esta noche voy a escribir un poco, me gusta escribir por las noches ¿Sabes, E.?. Es entonces cuando me siento invencible, cuando creo que todo lo que estoy escribiendo me va a quedar tal cual como lo pensé. 

¿Te quedas a dormir? No quiero abrir las puertas si estoy solo, no importa que te quedes dormido, sólo no quiero estar a la merced del polvo sin nadie que me acompañe mientras lo esté barriendo. 

- Me quedo, no porque me lo pidas sino porque quiero.

- Gracias, E. 


viernes, 6 de diciembre de 2013

Y tú que siempre vuelves.

Déjame en paz E., siempre vienes y me mueves el mundo. Otra vez.

-Pues aunque no lo pinches quieras, tú eres de mí y yo de tí y los dos del tiempo y de la nada, y te amo y me amas y un pinche día nos vamos a suceder y vamos a reunir tus alas con mi libertad. 

Con las ganas inmensas de hacerte mío y dejarme ser tuyo, así que dejemos de jugarle al pendejo, César. 

Te amo. 

Te amo, E.



jueves, 28 de noviembre de 2013




R. Me quería tomar una foto, de ésas cotidianas que ama tomarme por las mañanas cuando despierto todo despeinado y aún no adquiero conciencia del mundo que me rodea. 


-Eres más lindo en estos momentos en los que tu cara todavía no tiene expresión de alegría. 

-¿Soy más lindo cuándo no estoy alegre? 

- A decir verdad no, sólo que también quiero tenerte de esta forma. 
Tranquilo y desarreglado. 

-Tómala ya, que ya siento ganas de sonreírte.

-No es tu cara lo que quiero que se refleje, 
son tus manos que no se cansan de tanto dar.

De ganas y confeti.



A veces no me siento seguro de si mi pasado es una carga o si simplemente es algo que me impulsa al frente.

No estoy seguro si es algo que me vomita al presente y yo aparezco como conejo en sombrero de mago de fiesta infantil ante la mirada atónita de los niños con las manos todas chorreadas y los zapatos todos raspados de andar jugando, no quiero ni pensar en la situación en la que se verá Juanito cuando su mamá descubra que sus zapatos nuevos no quedaron tan nuevos después de la fiesta de Raquelita. 

Y el mago, el mago triste y cansado que se ilusiona cuando ve las caras de asombro de los niños que todavía tienen la decencia de asombrarse con sus trucos que no engañan a nadie que tenga tres dedos de frente. 

Y Raquelita que solo quiere quitarse el vestido porque le molesta el pinche encaje de los calzoncitos que su mamá le puso para que luciera más linda. Solo quiero dulces, quiero que nadie toque la piñata y claro que no quiero repartir el pastel entre la bola de primos que mañana se me olvidará que tengo, claro todo mientras abro mis regalos que me trajeron. Unos calcetines, tres juguetes y otros pinches calzones con olán de encaje. 

Y la tía criticando todo en la fiesta, quejándose de la bolsa de cacahuates en la bolsa de dulces de su hijo Sebastián y de la naranja en la bolsa de su hija Mariana. Al menos no le puse sus calzoncitos de olán de encaje, ha de pensar. 

Y la payasita que contrataron para partir el pastel y repartir los dulces, asándose debajo de la peluca de estambre y el maquillaje de brillantina, hasta el culo de que los niños le jalen el traje y tener que fingir una sonrisa. 


Pero los niños, las risas, el confeti, el pastel con turrón barato, la urgencia por abrir los regalos y el niño llorando porque se cayó del columpio, la cara de las mamás histéricas por las camisetitas todas chorreadas de sus hijos.

Y luego uno piensa, la fiesta no está tan pinche, de todas formas el sombrero del mago ya me estaba sofocando. 





jueves, 21 de noviembre de 2013

A veces constelado.

Y a veces, me siento constelado... esparcido por el universo, como si hubiera muerto en otra vida o en otro tiempo y hubieran arrojado mis cenizas al viento y estas se hubieran elevado a la bóveda astral mucho antes de ser formada, mucho antes de ser bóveda, mucho antes de ser astral.

Soy estrellas a contrapunto, pero el cosmos oscuro en partes, lleno de nada en partes, con masas en partes, estrellado a lo largo y ancho.

martes, 19 de noviembre de 2013

Adán & Eva.




"Amanecí nuevamente con las costillas intactas: 
ninguna mujer me acompañaba."

—  René Avilés Fabila

martes, 12 de noviembre de 2013

Y todos éramos tiempo esperando ser marcados por el reloj, esperando ser llamados para ser vividos, todos éramos futuro y lo seguimos siendo, pero no en el presente, en el presente no pasa nada, somos almas a las puertas del paraíso.

Todo mundo piensa que la calma se encuentra en un momento "Un momento de calma", pero no, la calma no es un momento es un lugar, pese a lo que pudiese pensarse.

Olas rompiéndose suspendidas.

Muérete conmigo, muérete en mis brazos.

Un día vamos a morir ¿O vivir?... 

Todos venimos "a lo mismo" ¿No? (...)... 
No, corrijo, todos venimos "de lo mismo" ¿No? (...)... 

Digo, nacemos y luego el cuerpo se incha de vida y de muerte, creemos que crecemos y nos desarrollamos pero NO, sólo terminamos añadiendo cosas a lo que ya añadimos antes, todo en supuesto, sólo eso. Luego un día un evento inesperado nos despierta, nos entierran vivos creyendo o diciendo que hemos muerto. Nos entierran y luego nos come la vida. 

Supongo que nuestros demonios sólo nos recorren el estomago y luego salen a pasear un rato al corazón.
 
Chingado, E.. Me está matando esto que llaman vida, y yo aquí enajenándome contigo en esta plática sin mucho sentido.  

Muérete conmigo, C., muérete en mis labios.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Muy de ésos cómo tú, tú que me estás rompiendo.

Tú: -Es que tú eres muy de ésos, cabroncito.

Yo: -Muy de ésos ¿Cuáles?.

Tú: -Ésos que rompen a la gente.

Yo: (...). 

Él: -Pero no de ésos que uno prefiere que te chinguen desde un inicio para desilusionarte al primer intento y seguir adelante, eres de ésos que espera paciente por horas detrás de la esquina para sonreír casualmente cuando uno da vuelta y se topa contigo. Casualmente.

¿Qué loco no? Así eres tú, tienes una maestría en robarte la rutina de todos y esconderla en tu sonrisa, vaya, ni si quiera en tu sonrisa, la más linda que he conocido... lo acostumbras a uno a sonreír, a ir y venir con esta mueca rara que te deforma la cara en algo lindo, te conviertes en motivo, en razón, en pretexto. Lo inundas todo, lo confías a uno. 

Te apoderas de uno. Te empoderas en uno. 
(...)

Lo metes a uno a un cuarto y apagas la luz, le enseñas a uno a conocer tu cuerpo a oscuras, a tientas, a sólo sentir, a sólo sonreír aunque nadie lo ve. A sentirse seguro en tu presencia, a creerlo todo posible y sobre todo que a tu lado uno es invensible.

En ese momento con la luz apagada le sueltas la mano a uno, desapareces en una sombra de la que ya no sabe uno como regresar, en medio de una sombra que uno no sabe como llegó ahí. 

Ahí lo dejas a uno. Qué ojete eres, me hubieras roto cuando nos presentaron mintiendo al decir que no te gustaba leer, me hubieras roto fingiendo que no sabías de música, me hubieras roto con una cara seria, me hubieras roto al principio no aceptando ningún café. Chingas a tu madre, César. Tú y tu descaro de sonreír, con la boca, con tu sexo, con tus formas y chingado sonreír. 

Maldito tú que te escondes detrás de todas mis esquinas, doy vuelta con miedo de encontrarte sonriendo, cómo siempre. Me has heredado este miedo. 

Chingas a tu madre, cabrón. Tú, tú que me estás rompiendo. 

Yo: Adiós. 

 
 
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