¿Qué quieres que te lea?
No lo sé, cualquier cosa cotidiana. El periódico, por ejemplo. Empecemos por Sociales y terminemos en el anuncio oportuno.
Mejor te invento una historia que no inventé yo...
¿Quién fue si no?
Oscar Hahn... Él dice que son muy desventurados los que divisaron a algún muchacho como tú en el metro o el taxi y se enamoraron de golpe, y te siguieron enloquecidos por tu sonrisa y te perdieron para siempre entre la multitud.
Tal vez sea mejor que me hayan perdido ¿No lo hubieran hecho de todas formas?
No...
¿Por qué no?
Porque ellos serán condenados a vagar sin rumbo por las estaciones del metro o los sitios de taxi y a llorar con las canciones de amor qué los músicos ambulantes entonan en los túneles.
Quizás el amor no es más que eso ¿No?. Una mujer o un hombre que desciende de un carro o un vagón en cualquier estación y resplandece unos segundos para luego morir en la noche sin nombre.
Tomemos el periódico entonces y busquémonos en los obituarios.
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