miércoles, 21 de agosto de 2013

En alguna ocasión leí que cuando uno empieza a percibir el mal olor de algún lugar es cuando tiene que moverse. 

Últimamente salgo salgo de mi departamento, no importando el lugar a donde me dirija, no importando en qué punto de la ciudad me encuentre y Tijuana me huele a mierda. 

En mi mente ya no hay vuelta de hoja tengo una relación de amor-odio por esta ciudad que me ha dado tanto y me ofrece más aún. Aquí la disyuntiva, una de dos, o es Tijuana la que apesta o soy yo la que la está apestando a ella. 

0 comentarios:

 
 
Copyright © transitorial
Blogger Theme by BloggerThemes Design by Diovo.com