Quiero que me grites, estrujes, ejercites, muerdas y deshagas el corazón a fuerza de gozo. Quiero que me entregues todo gota a gota y sin palmos pasmos… estréllate en mí, quédate en mí; como las astillas que caminan dentro del cuerpo y este se las come y deja que avancen poco a poco en el, hasta atravesarlo.
Estréllate en mí, quédate en mi… navega en mí.
Entra por un costado, atraviesa mi piel, cartílago, hueso, pulmón, corazón, pulmón, costillas… pero no salgas de mí, quédate en mí… hunde tu quilla en mi cuerpo.
Estréllate en mí, quédate en mi… navega en mí.
Iza tus velas en todos mis dentros y con tu viento hincha mi pecho, oprímelo y deja que mi corazón se detenga en tu timón. Hazme virar a tu antojo y maneja mi cuerpo desde la espalda. Quédate en mí, navega en mí y sostén tu mástil firme sin errar los rumbos.
Navega mi cuerpo como si fueras conquistando territorio… tú territorio, arroja tus lastres y pierde peso en mí, navega ligero en mí.
Recorre mis mares, navega en mí, estréllate en mí…
Quédate en mí.
3 comentarios:
Se me ha puesto la piel de gallina. Qué bonito .....Así. Sin más. Besos
Deja voy primero por el barquito *3*
Muy bueno tu poema, muy bueno tu blog, tu muy buen poeta. Saludos
Atte. José Hojas
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