Me he limpiado los poros. De tu amor. En el olor de otro cuerpo. Me he lavado la cara en el dolor de sabernos perdidos, no de vista, pero si de corazón. Con nuestros sexos en la mano, cómo solíamos prometernos todo. Pactarnos un trato, sellarlo con un orgasmo.
lunes, 14 de septiembre de 2015
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