viernes, 19 de abril de 2013

Se dice por ahí.

 
 
"Ahora vive en Lourmel.
Cuenta que toma fotografías,
visita museos,
aprende el idioma,
viaja en subterráneo.
 
Ahora vive en Lourmel.
No cuenta que cena solo en su cuarto,
que apaga la luz muy a menudo,
que le escribe siempre a ella.
No cuenta que nunca recibe respuesta."
 
 
— Luciana Ravazzani

miércoles, 17 de abril de 2013

¿Cómo estuvo tu día?

Cuando todo me dice que un día ha terminado, tú y yo hemos estado juntos derribando cuerpos, construyendo una casa que no dura ni muere, tú y yo hemos corrido juntos un mismo río con encadenadas bocas llenas de sal y sangre, tú y yo hemos hecho temblar otra vez las luces verdes y hemos solicitado de nuevo las grandes cenizas.

-Neruda

lunes, 15 de abril de 2013

Mis vicios.

Mis vicios son celosos, pero amigables. Cuando el segundo se empeñó en quedarse, lo hizo en complicidad con el primero. Y así, hasta hacer pandilla. Combinados no sólo son más fuertes, también llegan más lejos. Si tratara de liberarme de uno, el otro no me lo permitiría. Se matrimonia uno con los vicios, se duerme y se despierta junto a ellos, Disfruta de sus mimos sin pensar demasiado que es minoría dentro de sí mismo. Quiero decir que tengo la mejor voluntad, inclusive la más constructiva, pero estoy gobernado por lo menos. Más allá del papel y los propósitos, Mandan aquí los fuertes, igual que en todas partes. Supongo que no soy la clase de persona que soporta vivir entre vicios enclenques.

De repente mis vicios entran en conflicto, pero se llevan bien. Son diplomáticos, cuando manos entre ellos. Y a diferencia de las virtudes, siempre tan vanidosas y competitivas, los vicios son discretos y solidarios. Al whisky no le importa que el usuario se prenda un cigarrito, y hasta vale creer que son aliados viejos. Johnny Walker, Malboro, Coca-Cola, Red Bull, Valium, Raipnol, Afrín, Lidrium. Se les ve a todos en el mismo club, conviviendo con alegría fraterna que los buenos principios no se conocen. Finalmente los vicios son mundanos y cosmopolitas, y los buenos propósitos algo así como niños exploradores uniformados. No dudo que mis buenos propósitos tengan grandes alcances a largo plazo, pero he aquí que mis vicios disponen de hot line y entrega inmediata. Veinticuatro horas diarias, rain-or-shine.

Mis vicios son insomnes, pero amenos. Hay una fina línea entre la amenidad y la amenaza, cada noche los tengo a ellos para saltarla. Diría que llegan solos si al menos un momento parara de llamarlos. Pero igual viven aquí, no tengo que ir muy lejos para dar con ellos, y en ellos me refugio cuando quiero que nadie consiga encontrarme. Que es casi todo el tiempo, últimamente. Pero salgo de noche, también últimamente, más como una manera de tirar los dados que por necesidad. Me quedaría, tal vez, si mis vicios pudieran dormir. 

X.V. Puedo Explicarlo Todo. 
 
 
Copyright © transitorial
Blogger Theme by BloggerThemes Design by Diovo.com